SALA I VESTIDOS
Instalación compuesta por treinta y ocho vestidos rituales (bautismo, comunión, quinceañera, casamiento y luto) cedidos en préstamo para el proyecto. Los mismos llegan a través de una convocatoria y pertenecen en su mayoría a acervos familiares y cuatro de ellos a una colección privada.
Las fundas de nylon y los soportes fueron realizados específicamente para cada vestido. La altura, posición e iluminación proponen generar un espacio de intimidad donde es casi imposible no rozar las piezas y escuchar el movimiento de todos los que por ahí pasan. La ficción propuesta propone pensar este espacio como una cámara de conservación, que si fuera reabierta dentro de 100 años, no solo conservaría los textiles, sino parte de las historias y las mujeres que los habitaron.
“La ambivalencia significativa y simbólica de lo que usamos para vestirnos se magnifica al incorporarse a un ceremonial relacionado a los ciclos vitales. Vestuario tan complejo como efímero en su uso, los trajes de novia, los vestidos de comunión y “de quince” o los ropones bautismales, trascienden los gestos diurnos de la celebración dentro del mandato social de una época, en complejas subyacencias, nocturnas y subconscientes, que remiten a la vida, la muerte, el dolor y el placer. Un deesonosehabla prolijamente custodiado por la plaza fuerte de cincuenta botoncitos de raso”. Verónica Panella, 2015